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viernes, 29 de agosto de 2014

El Linze - 2008

Hoy tenemos un vino tinto de la Tierra de Castilla-La Mancha: El Linze 2008, basado en una mezcla diferente a las que venimos comentando en el foro: Syrah (85%) y Tinto Velasco (15%).

Tenemos varias cosas de las que hablar sobre lo que rodea a este vino antes de pasar al análsis del caldo propiamente dicho, ya que tanto la combinación de sus uvas, como la Región y la(s) bodega(s) que lo produce(n) son novedosas en el blog.

Antes de empezar me gustaría apuntar que estamos hablando de un vino al que la Asociación de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV) nombraron como "El Mejor de España" en la categoría de vinos tintos de las añadas 2008 y 2009. Este mismo galardón ya había sido otorgado a este vino en su añada de 2007.

De hecho, el motivo fundamental por el que compré este vino en una de las tiendas de productos Castellano-Manchegos que, asociadas a gasolineras, pueblan la A4 o Autovía de Andalucía, fue la exposición de este cartel anunciando la obtención de dicho premio, así como lo exótico de la etiqueta y de la mezcla utilizada en su elaboración.

Como decía antes, comenzaremos hablando un poco sobre las variedades que conforman este caldo.

Syrah: el origen de esta variedad se establece en Persia, aunque fue en el Valle del Ródano (Francia) donde se hizo mundialemente reconocida. Posteriormente encontró buenas condiciones de cultivo en Australia, siendo quizá la variedad estrella en dicho continente hoy en día. Su introducción en España es muy reciente, de la  mano del Marqués de Griñón a través del enólogo Emile Peynaud en Castilla-La Mancha, extendiéndose posteriormente su uso a otras regiones, especialmente Levante. Con los rendimientos adecuados, produce vinos de calidad (máx. 7000 kg/ha) potentes, sedosos, con cuerpo, de color profundos y plenos de taninos. Sus aromas frutales tienen predominio de frutos negros y los vinos sometidos a crianza normalmente se muestran especiados y ahumados.

Tinto Velasco: También conocida como Frasco, esta variedad autóctona de Castilla-La Mancha (S. XIII) proporciona baja graduación alcohólica y elevada acidez, cuerpo medio sin notas destacables en aromas. Se utiliza frecuentemente en la elaboración de vinos rosados.

El Linze viene etiquetado bajo la I.G.P. Vinos de la Tierra de Castilla, que básicamente comprende todos los municipios de la mencionada Comunidad Autónoma, desde 2010.

El Consejo Regulador de esta Indicación Geográfica Protegida establece los tipos de uva recomendados (bastante amplio), la graduación mínima de los caldos y los rendimiento máximos según el tipo de cultivo.

Variedades de uva blanca:  Airén, Albillo Real, Chardonnay, Gewürztraminer, Macabeo o Viura, Malvar, Malvasía Aromática, Merisancho o Pardillo, Merseguera, Moscatel de Grano Menudo, Moscatel de Alejandría, Parellada, Pedro Ximénez, Riesling, Sauvignin Blanc, Torrontés, Verdejo, Vedoncho y Viognier.

Variedades de uva tinta:Bobal, Cabernet-Sauvignon, Cabernet-Franc, Coloraillo, Forcallat Tinta, Garnacha Tinta, Garnacha Tintorera, Graciano, Malbec, Mazuela, Mencía, Merlot, Monastrell, Moravia Agria, Moravia Dulce o Crujidera, Petit, Verdot, Pinot Noir, Prieto Picudo, Rojal Tinta, Syrah, Tempranillo o Cencibel, Tinto de la Pámpana Blanca y Tinto Velasco o Frasco.

Los rendimientos máximos permitidos son de 10.000 kg/ha y 70 hl/ha en viñedos con conducción en vaso y 16.000 kg/ha y 112 hl/ha en los que tienenconducción en espaldera.

Actualmente son más de 200 bodegas las que elaboran los más de 125 Millones de litros anuales de esta IGP, con más de 600 marcas incluidas.

En cuanto a los responsables de la producción de este vino, he podido observar con curiosidad que, además de la marca, El Linze da también nombre a la Bodega, cuyos responsables son un periodista especializado en publicaciones de vino y gastronomía, catador (miembro del jurado de los premios Baco), además de fotógrafo llamado Marcial Pita, un cocinero-restaurador de nombre Juan Miguel López Castanier, dueño del Restaurante la Taberna de Liria en Madrid, y uno de los enólogos de Bodegas Arúspide, lugar físico donde se elabora el vino, Federico Lucendo. De esta forma, bodegas El Linze parece un spin-off de Bodegas Arúspide que utiliza sus instalaciones para crear un vino especial ideado por tres personajes complementarios... ¡Interesante!

Sobre bodegas Arúspide, podemos resumir que están ubicadas en Ciudad Real, fundada en 1999 y cuyos pilares fundamentales son "la calidad, la innovación, el diseño y el respeto por los procesos tradicionales de elaboración del vino. Su Presidente es José Bárcenas. Como curiosidad, son firmes defensores del método de maceración carbónica. Producen y comercializan vinos tintos, rosados, blancos y cavas bajo las marcas Agora, Ardales, Autor de Arúspide, Landó y Pura Savia, además de nuestro vino de hoy, del cual tienen la versión en blanco también, con uvas de la variedad Viognier.

El producto se nos presenta en una botella borgoñesa clásica, de color caramelo oscuro, y con una original etiqueta amarilla única (sin contraetiqueta), cubriendo prácticamente el 80% del perímetro del cuerpo de la botella. En el centro de la etiqueta se nos muestra la marca, tipo de uva y añada, junto con una pequeña introducción del del vino y un atractivo logo con el retrato de un lince con trazos simples en dorado. En la zona izquierda se muestran los datos de las bodegas (comercializadora y elaboradora en este caso), la IGP la capacidad de 75 cl y el contenido en alcohol de 14% en Volumen. En la zona derecha aparecen el logo de la bodega elaboradora y la forma y nombre del enólogo responsable: Federico Lucendo. Una imagen moderna y rompedora, aunque a mi particularmente el color de la etiqueta no me termina de gustar.

En particular, la vinificación de la mezcla que compone este vino consistió en una maceración durante 36 horas a 14 ºC, fermentación en depósitos de acero inoxidable a 26 ºC durante 14 días con la piel de las uvas y una crianza de 7 meses en barricas de roble francés de la marca Radoux (aunque en la ficha técnica de la web de la bodega especifican Nadalie) y de "varios meses" en botella.

Después de esta (extensa) introducción, pasemos a las sensaciones que me dejó El Linze 2008 en sus diferentes facetas:





















Visualmente, es un vino color picota profundo bastante cubierto, con ribetes tendiendo a violeta con reflejos azulados. El líquido se presentó límpido y brillante. Al agitar la copa, muestra gran abundancia de lágrimas de caída más bien rápida en la copa, anticipando un contenido poco glicérico confirmado en la fase táctil.

A copa parada, diría que en nariz tiene intensidad media-baja, con un primer olfato franco, sin defectos. Al agitar la copa (previa decantación) me enseñó en primera instancia la complejidad olfativa de la Syrah, con aromas de frutos negros principalmente, aunque acompañados de toques de frutos rojos muy maduros. Lo siguiente destacable fueron los diferentes aromas especiados que acompañan a los primarios, en mi caso creí detectar pimienta y ¿cardamomo tal vez? Algo de madera balsámica al fondo completó mi impresión olfativa. No pude detectar los toques florales tan claros que percibíamos en la Syrah del vino de maceración carbónica Grego. Un aroma complejo y muy agradable, muy en línea con lo que la variedad fundamenteal de este vino suele ofrecernos.
 
En boca, noté un tacto suave y sedoso, con activación más bien baja de las papilas gustativas y del paladar, predominando la de las papilas laterales, debido a la acidez aportada por la variedad secundaria Tinto Velasco, probablemente, unos taninos suaves y diría que bien terminados. Su punto de amargor justo para llegar al final de la lengua con claridad, aunque, por contra, noté una persistencia más bien escasa, o por lo menos inferior a lo que esperaba. Un postgusto con claro dominio de la fruta negra completó las sensaciones ofrecidas por este caldo.

Lo maridamos con unas chuletas de cordero recental a la plancha, dando un resultado agradable, aunque el cordero dominó el paladar, creo que el resultado habría sido mejor si hubieran sido de lechal...

Su precio rondó los 20 €, en mi opinión algo elevado para lo que me ofreció, ya que creo que un vino a ese precio debe "entusiasmar".

Mi nota es de 6/10.



domingo, 17 de agosto de 2014

PradoRey Elite - 2009

Hoy traemos un estupendo Ribera de Duero al blog: el PradoRey Elite del 2009, de Bodega Real Sitio de Ventosilla, S.A., del Grupo PradoRey.

La finca Real Sitio de Vetosilla tiene una interesante historia, ya que en 1503 el Conde de Ribadeo la vendió a la Reina Isabel La Católica, siendo su dueña la Corona de Castilla hasta que Carlos I, nieto de Isabel, la dona al Marqués de Denia en 1521. En 1600 el Duque de Lerma, descendiente de este último, comienza la explotación de la Finca. La Finca continua perteneciendo a la nobleza hasta que el Duque de Caldas la vende a la familia Velasco en 1921, que la convierte en modelo de explotación agrícola y ganadera. Hoy en día pertenece a la familia Cremades, conocida familia bodeguera. Javier Cremades plantó las primeras 200 ha de viñedo de las 520 ha totales con las que cuenta la finca hoy en día en 1989, y y en 1996 el primer vino salió al mercado. Desde entonces, PradoRey ha ido creciendo a buen ritmo, consolidando la marca tanto de la bodega con denominación de Origen Ribera de Duero como en su expansión posterior a la de Rueda, donde cuenta con bodega propia desde 2007.

Los principales valores que anuncia esta bodega son la calidad de sus productos y el respeto al medio ambiente.

Las 520 ha de Ribera de Duero suponen la mayor explotación vitícola de esta D.O. Actualmente, los vinos de Ribera de Duero de esta bodega son: Rosado, Roble, Crianza, Adaro, Reserva, Gran Reserva, Elite y Series Hitóricas.

El PradoRey Elite 2009, consiste en una serie limitada de 25.040 botellas elaboradas a partir de una vendimia seleccionada de las uvas de uno de los 7 pagos que conforman la finca, denominado Hoyo Dornajo. Su nombre proviene de la variedad Elite de la variedad Tinto Fino o Tempranillo, que conforma el 100%  de este caldo.  El rendimiento no supera los 2.500 a 3.000 kg/ha.

Este vino ha recibido numerosos premios internacionales, entre los que destacan el Bacchus de Plata, Medalla de Oro de Mundus Vini (Alemania), además de meritorias calificaciones en la guías Parker (92 puntos) y Peñín (94 ptos.).

El enólogo Angel Luis Margüello, Director Técnico de las Bodegas PradoRey y Real Sitio de Ventosilla (siéndolo anteriormente de las prestigiosas Bodegas Protos) firma este caldo, de 14% de alcohol en Volumen.

Hay una historia bastante interesante sobre la creación de este vino en el blog de Fernando Rodríguez de Rivera Cremades: En el Disparadero

La presentación del producto, a mi modo de ver, transmite elegancia y calidad en su aspecto visual. Desde la botella bodelesa Imperiale hasta sus etiquetas, donde resaltan, en la frontal, la combinación de caracteres negros sobre fondo blanco, ribeteados de dorado, en contraste con el logo dorado y el cianotipo de la litografía de la sub-etiqueta inferior, así como la secundaria con los caracteres negros sobre fondo blanco con la breve descripción de su crianza, así como el gráfico de evolución de su calidad en los años posteriores a su comercialización, detalle novedoso en comparación con otros vinos que hemos analizado). Una declaración de intenciones que, como veremos, se refleja en el contenido de la botella.

El proceso de elaboración y crianza consistió en una vendimia seleccionada a mano, maceración pre-fermentativa durante 4 días a 10 ºC, seguida de una fermentación en depósitos de acero inoxidable durante 22 días a 28 ºC, con crianza posterior durante 14 meses en barricas nuevas de "roble caucasiano", seguida de 6 meses en "conos de roble francés del bosque de Nevers". El proceso culminó con el embotellado en Julio de 2011.


Cono de Roble Francés
Fuente: www.tonecor.com

Visualmente, el PradoRey Elite 2009 tiene un color picota bastante oscuro, de capa alta, con ribete tirando a teja, aunque sobre esto hay diversas apreciaciones ya que la Hoja Técnica de la bodega habla de ribetes granates y otras notas de cata de "ribetes yodados". Yo me decantaría más bien por esta última apreciación. El caldo es límpido y brillante. Su contenido alcohólico se manifiesta en la untuosidad de su contacto con la copa, con lágrimas profusas y de caída lenta al agitar la copa.

Al ser un vino con crianza, utilicé el decantador, anotando la evolución de su aroma desde el momento de la decantación y en intervalos de tiempo posteriores a su paso a la copa. Inicialmente, el vino su mostró ligeramente alcohólico, con aromas secundarios de repostería. Unos 10 minutos después, ya en la copa, con intensidad aromática media, evolucionó muy agradablemente difuminando el inicio alcohólico, aunque también desafortunadamente se mitigaron los secundarios inicialmente tan notorios, sin embargo, como "recompensa" me ofreció un estupendo, amplificado y complejo aroma de frutos rojos y negros, estos últimos agradablemente pasificados. A partir de esta dominante otros aromas fueron mostrándose, destacando maderas tostadas y una pequeña componente mineral (¿piedra?), que luego pude confirmar en diferentes notas de cata. A destacar que, dentro de la complejidad de sus aromas, es sin embargo bastante "noble", ya que mi mi mujer pudo confirmar también las diferentes componentes con facilidad y seguridad. Muy buena fase olfativa.

En boca, a destacar la homogénea y agradable activación de todas las zonas de la lengua y paladar, el tacto carnoso y la sensación de plenitud que deja en boca, así como una acidez y amargor muy bien controlados, con muy buena permanencia y longitud en el paladar. En lo que respecta a los taninos, a mi me pareció que quizás un poquitín más suavizados habría dado como resultado una astringencia más atenuada, creo que un poco más de tiempo en botella le dará el toque que a mi modo de entender le falta al vino. A mi mujer, sin embargo, esta característica le agradó sobremanera, ya que ella prefiere los vinos "más rasposos". Como me queda una botella, la conservaré durante unos meses más para ver si la evolución esperada termina de concretarse, aunque el gráfico de calidad que aparece en la etiqueta trasera nos muestra el vino en su plenitud entre finales de 2013 y principios de 2014.

En postgusto, los frutos negros pasificados dominaron sobre el resto de los componentes, haciéndolo goloso y sumamente agradable después de ingerirlo. Resistió perfectamente la mezcla con los alimentos, dejando un regusto de vino de calidad en el paladar. Lo tomamos con una chuletas de cerdo a la plancha, con las que combinó perfectamente. Me apunto, para la botella que me queda, combinarlo con carne de monte, según nos recomienda la bodega en su Hoja Técnica.

Las 3 botellas que compramos nos costaron unos 16 € cada una, aunque se trataba de una oferta especial, siendo el precio promedio del vino en tiendas virtuales de unos 23 €. A mi modo de entender, los 16 € son un gran precio para el valor del vino, del cual se puede decir que, efectivamente, se encuentra en un escalón superior a otros caldos de la horquilla de precios alrededor de los 15 €.

Mi nota para este vino es de un 7,75/10, con la esperanza de que llegue al 8 con un tiempo adicional de botella que termine de redondearlo.

viernes, 8 de agosto de 2014

Habla del Silencio - 2011

Hoy estrenamos región vinícola con este magnífico producto de la I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida) Vinos de la Tierra de Extremadura: El tinto Habla del Silencio, de la añada 2011.

La zona geográfica de esta indicación geográfica comprende, según el Pliego de Condiciones de la IGP (que existe como tal desde 1999), "todos los Municipios de las provincias de Cáceres y Badajoz", es decir, toda la Comunidad de Extremadura, para vinos blancos, rosados y tintos, elaborados a partir de las siguiente variedades de uvas:

BlancasTintas
AlarijeBobal
BorbaCabernet Sauvignon
Cayetana BlancaGarnacha Tinta
ChardonnayTempranillo, Cencibel, Tinto Fino
Cherva, MontúaGraciano
PardinaMazuela
Eva, Beba de los SantosMerlot
MalvarMonastrell
Viura, MacabeoSyrah
Parellada
Pedro Ximénez
Verdejo

Entre sus requisitos principales, la IGP establece limitaciones en el rango de contenido alcohólico, la acidez, contenidos de azúcar residual según el tipo de vino, características organolépticas y color según el tipo de vino y su crianza.

Asimismo, se establecen los rendimientos máximos de los viñedos según el tipo de plantación:
  • Plantaciones conducidas en vaso: 12.000 kg/ha y 90 hl/ha.
  • Plantaciones conducidas en espaldera: 16.000 kg/ha y 120 hl/ha
En lo que respecta a la bodega, Bodegas Habla, S.L., se nos muestra como una bodega moderna, para lo cual no hay más que echar un vistazo a sus instalaciones. El por qué de su nombre es curioso, tal y como se explica en su página web:

"Cuenta la leyenda que el escultor Miguel Ángel consideraba a su Moisés como su creación más perfecta. Al terminarlo, el artista golpeó la estatua con su maza y le dijo: “¡HABLA!”, sintiendo que la única cosa que le faltaba por extraer del mármol era la propia vida. En la rodilla de la estatua se puede apreciar una marca, tal vez del martillo de Miguel Ángel.
En homenaje al genio del Renacimiento dimos nombre a nuestra bodega y a nuestros vinos; el espíritu de perfección continúa."


Fuente: www.bodegashabla.com

Localizada en Trujillo (Cáceres), la bodega nace con la intención de dar una vuelta de tuerca al panorama viti-vinícola español, creando un producto nuevo, tanto desde el punto de vista de los caldos como desde el punto de vista de marketing y de imagen. Y en mi opinión, lo consiguen...

Según comentan, tanto el terreno como las variedades de uvas que trabajan: Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah, Petit Verdot, Malbec y Cabernet Franc (curiosamente, las tres últimas variedades no aparecen entre las autorizadas en la I.G.P., aunque el vino del que hablamos está elaborado con las tres primeras, que si están entre dichas variedades autorizadas). Trabajan con una viticultura ecológica y absolutamente caracterizada, ya que la finca original se subdividió, después de intensos análisis, en 64 parcelas donde se cultivan los diferentes tipos de uva bajo condiciones específicas (riego y tratamientos) dependiendo de la variedad y el tipo de suelo de la parcela.

Lo primero que podemos observar en nuestro producto de hoy, es el uso de una botella tipo Borgoña y color caramelo oscuro, con una etiqueta rompedora, que contiene solo el nombre de la marca en letras blancas sobre fondo negro. La contraetiqueta es rectangular, igualmente en letras blancas sobre fondo negro, y contiene información de la añada, los tipos de uva con los que está elaborado el vino, el grado alcohólico de 14,5% en volumen, el volumen de la botella de 75 cl, la información sobre su origen y los datos de la bodega.

Como novedad, la cápsula de los vinos de esta botella contiene los aromas principales que se supone están presentes en el vino, en este caso: grosella, cereza, pimienta, moca y romero. Como curiosidad, la hoja de cata que aparece en la página web, para este vino, indica: cereza, mora, menta y pimienta.



El Habla del Silencio..., como comentaba anteriormente, está elaborado a partir de las variedades Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Syrah, sin especificar el contenido en porcentaje de cada una de ellas y tiene especificado un tiempo en barrica de roble francés de 6 meses. 

Visualmente, tiene un color picota muy oscuro bastante cubierto, brillante, límpido y con ribete en degradación hacia violeta. Al agitarlo nos muestra una buena profusión de lágrimas de caída lenta, como es de esperar en vino con un porcentaje alcohólico de este nivel.

En nariz presenta inmediatamente la complejidad de los elementos que, como se marcan en la cápsula o en la ficha de cata, lo componen: fruots negros (grosella o mora), frutos rojos (cereza), especias (pimienta o romero y alguna más), balsámicos (menta) y, yo añadiría también un fondo mineral. En las últimas 3 semanas he tenido la oportunidad de probar este vino varias veces, y a varias temperaturas diferentes, y es sorprendente lo que cambia el aroma al agitar la copa según la temperatura del caldo. Para mi gusto, los mejores aromas he podido apreciarlos cuando el vino está, curiosamente, más fresco (ayer cuando lo saqué de mi flamante vinoteca nueva a 16ºC, por ejemplo, al ir calentándose va cambiando su expresión aromática, creando la impresión, de alguna manera, de estar cambiando de vino cada cierto rato. Me ha dejado muy grata impresión en este aspecto.

En boca me un vino fresco, pero contundente, que activa la lengua y el paladar de una manera bastante homogénea, con bastante carnosidad, con una longitud suficiente y buena permanencia. Nos muestra la astringencia habitual de un vino con un proceso de crianza no demasiado largo, pero ni mucho menos desagradable. En suma, si no completamente redondo, diría que está muy cerca de la circunferencia...

En retronasal los aromas frutales y balsámicos toman la delantera con respecto a los otros, y apareció cierto dulzor de secundarios que no había podido apreciar inicialmente... ¿la moca que dice la cápsula? Esta fase no desmerece a la olfativa en ningún caso.

Como he comentado, he tomado este vino varias veces en las últimas semanas, con diferentes combinaciones de alimentos, especialmente tapas, y con todas ellas se ha comportado muy bien: jamón ibérico, queso manchego muy curado (curadísimo), tortilla de patatas, revuelto y tortilla de bacalao, secreto ibérico a la brasa. Incluso con postres se comportó muy bien, especialmente los basados en chocolate.

En suma, un vino que pasa a formar parte como habitual en mi gusto y en mi bodega, bueno para sorprender a algún amigo que te visite o con el que vayas a tapear y no lo conozca.

Su precio de alrededor de 10 € me parece adecuado para lo que nos ofrece.

Le doy una nota de 8/10.

martes, 5 de agosto de 2014

Castillo de Molina - Cabernet Sauvignon 2011

Hoy traigo un vino chileno, el Castillo de Molina de la variedad Cabernet Sauvignon, reserva de 2011, de Bodegas San Pedro de Taparacá, en Molina, Valle del Curicó, a 200 km al sur de Santiago de Chile. 

Esta empresa la mencionamos anteriormente en la entrada del vino La Consulta, ya que este grupo es dueño de Bodegas La Celia, productora del mismo.

Estamos hablando, pues, de un grupo importante, creado en 1865, con una superficie cultivada en Chile de más de 1500 Ha. Viña San Pedro es parte del grupo enológico denominado VSPT Wine Group, el tercer grupo vitivinícola más grande de Chile y el segundo mayor exportador de vino chileno.

Las marcas que comercializa el Grupo son Cabo de Hornos, Kankana del Elqui, tierras Moradas, 1865 Single Vineyards, 1865 Limited Edition, Castillo de Molina, 35 SUR y Gato Negro. Al mando se encuentra el enólogo Marcos Puyo, que cuenta con una amplia experiencia en diversas bodegas de Francia y Chile. A su vez, Marceo García es el enólogo jefe de las líneas 1865 Single Vineyards y Castillo de Molina. La línea Castillo de Molina se compone de una amplia gama de vinos en base a variedades como la Cabernet Sauvignon, Carmenère, Chardonnay, Shiraz, Merlot, Sauvignon Blanc, Pinot Noir y Malbec.




Fuente: Wineaccess.com



Este vino tiene 12 meses de crianza en barricas francesas, de las cuales 30% fueron nuevas. Esta añada, por lo que he podido ver, es 100% varietal, mientras que otras añadas fueron ensambladas con pequeños porcentajes de Syrah (2010) y Syrah + Petit Verdot (2012).

Aprovechemos para hablar brevemente de la variedad Cabernet Sauvignon, por ser el primer vino exclusivo de esta variedad que presento en el blog.

Esta conocidísima variedad francesa, base de los mejores vinos de Burdeos, obtenida a partir del injerto de las variedades Cabernet Franc y Sauvignon Blanc, ha encontrado también buen clima en las Américas: California, Chile y Argentina, cuentan con extensas plantaciones. En Australia también está ampliamente introducida.

Los vinos procedentes de esta variedad tienen como características principales su olor rubí con aromas de frutos negros (arándanos y ciruelas), florales (violeta) y vegetales (pimiento, aceituna, espárragos). Es óptimo para la crianza gracias a su gran contenido en taninos, debido al grosor de la piel de la uva. Estas características hacen perfectos estos caldos para ensamblarlos con otras variedades.



En lo referente al vino y añada que nos ocupa, podemos ver que se nos presenta en una botella bordelesa tradicional de color caramelo oscuro, con una etiqueta de fondo blanco con los caracteres en negro de la marca y la variedad/añada, así como una litografía de de un castillo medieval en su parte inferior izquierda, sobre una zona negra donde se inscribe el nombre de la bodega en caracteres dorados. Una etiqueta seria y austera para darnos una impresión de tradición y calidad de su contenido.

La contraetiqueta es austera y concisa, en letras negras sobre fondo blanco, nos muestra una pequeña nota de cata en inglés y francés, además del contenido en alcohol del 14% en volumen, así como los datos de la bodega y el importador.

Visualmente, el Castillo de Molina elaborado con Cabernet Sauvignon es un vino granate oscuro, limpio y brillante, de capa más bien alta, con ribete en degradación hacia violeta, profuso en lágrimas que nos dan idea de su densidad y contenido alcohólico.

En nariz, su intensidad aromática media a copa quieta desplegó inmediatamente después de agitarla un agradable aroma donde lo primero que noté fueron esos frutos negros tan característicos de este tipo de uva, aunque acompañados de una notable intensidad de aromas vegetales yo diría que similares al pimiento o a alguna especia no dulce. Diría también que algo de tabaco está presente en menor medida, así como cierto aroma de madera tostada, proveniente de la crianza. No pude detectar flores, especias dulces o secundarios provenientes de la fermentación maloláctica.

En boca el vino gana enteros para mi gusto, activa las papilas gustativas de una forma bastante homogénea, con un paso aterciopelado por el centro de la lengua que me sugería unos taninos presentes pero bastante bien moldeados por la crianza. La verdad es que esperaba algo más de astringencia en este caldo, por lo que me sorprendió gratamente su tacto. Un cuerpo bastante decente, una longitud no excesiva, pero tampoco escasa y una permanencia aceptable completaron mi buena impresión del vino.

En retronasal pude confirmar las sensaciones olfativas, aunque diría que mejoradas, seguramente influenciadas por el agradable tacto descrito anteriormente. Los frutos negros predominaron en esta fase sobre cualquiera de los otros aromas, reduciendo la influencia de los vegetales, con un resultado más goloso.

La combinación con una parrillada variada de chorizo, morcilla y carne de ternera resultó perfecta para acompañar este vino.

El precio de alrededor de 8 € está, para mi gusto, justificado por la calidad del producto.

Le doy un notable: 7/10.

sábado, 2 de agosto de 2014

La Consulta - 2012

Después de unos días de vacaciones, volvemos a la actividad del blog con el primer comentario sobre vinos argentinos: se trata del Mendocino La Consulta, añada del 2012,de Finca La Celia.

Este es un vino varietal de la variedad Malbec, sobre la hablaré un poco dado que es también el primer caldo de esta variedad en el blog.

Podemos decir que Malbec es la cepa emblemática. Proviene de la Region de Cahors, en Francia, donde se la denomina Cot. Encontró unas perfectas condiciones de desarrollo en su variedad americana y, hoy en día, los vinos Malbec argentinos de Mendoza están considerados entre los mejores del mundo. Entre las características principales de estos vinos se encuentra el color cereza muy oscuro, con aromas frutales, especialmente de ciruelas, que posteriormente evolucionan con aromas especiados de canela y vainilla; en boca son cálidos, suaves y de taninos dulces. Se utilizan en buena medida para mejorar el cuerpo, color y calidad de otros vinos y complementa muy bien con Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Soportan muy bien el añejamiento y pueden incorporar aromas como el tabaco, la pimienta o el cuero después de unos meses en barricas de roble.

En lo que respecta a la bodega que lo produce, Finca La Celia se encuentra en el argentino Valle del Uco, a unos 100 km al sur de Mendoza. Esta bodega nace en 1980, y fue evolucionando de la mano de su creador Eugenio Bustos y, mas adelante, de la de su hija Celia, que dio el empujón definitivo a la marca. En 2000, La Celia fue adquirida por la empresa chilena Viña San Pedro Tarapaca Wine Group, siendo ampliada, restaurada y reforzada con modernas tecnologías provenientes de Francia e Italia.

En la actualidad, produce unos 9 millones de litros de diferentes variedades (Cabernet Franc, Chardonnay, Malbec, Petit Verdot, Pinot Grigio, Syrah y Viognier y exporta el 80% de su producción (se encuentra entre las 10 principales bodegas argentinas en este aspecto) a una amplia lista de paises entre los que destacan USA, Brasil, UK, Canada, Suecia, Holanda y, por lo que he podido comprobar, España, ya que la he comprado aquí. La bodega complementa su oferta con actividades de turismo enológico: degustaciones, demostraciones de vendimia y poda, desayunos, almuerzos y jornadas de trabajo para empresas y clases de cocina regional.

Sus vinos se enmarcan en cuatro líneas principales: Supremo, Heritage, Elite y Pioneer.

El nombre de la consulta viene del hecho histórico sucedido en esta región, donde el Prócer de la Independencia José de San Martín consultó en 1816 a los Jefes aborígenes sobre el camino que debería seguir su ejército en el cruce de los Andes para libertar a Chile.

El producto viene en una botella bordelesa tradicional de 75 cl de color verde oscuro (el tipico “verde botella”). Viene etiquetado de una forma sencilla con una etiqueta rectangular con tres cuartas partes en fondo blanco que contiene el logo de la marca (una silueta negra de un jinete sobre un caballo con reminiscencias ajedrecísticas) y el tipo de uva y añada en letras rojas. El cuarto inferior cambia a fondo negro con el nombre de la marca en blanco y la región y el país en rojo. Aunque no me disgusta la etiqueta, de alguna forma los caracteres de las letras de abajo no concuerdan con los de la parte de arriba. Por lo demás, una etiqueta sencilla y austera, de las que a mi me suelen gustar.

Como novedad, este vino trae un tapón de goma en vez de corcho, que se  extrae bastante bien con un sacacorchos tradicional.

Visualmente, este vino de 13% de alcohol en volumen, tiene un color picota oscuro con ribetes violáceos, diría que de capa mas bien alta.

No he podido encontrar información sobre su crianza, ni en la página web ni en comentarios de webs de venta de vinos de diferentes paises.

A copa quieta nos ofrece una intensidad media. El aroma al agitar la copa viene dominado por las frutas maduras, sobre todo ciruelas y, en ello coincidimos los que lo probamos (mi mujer y mis suegros), una combinación de notas florales muy notable, y al final un leve toque balsámico, que le dan al vino un aroma muy característico y agradable. He visto notas de cata que hablan de frutos rojos y reminiscencias de vainilla, que yo no podría confirmar con mi experiencia.

En boca me ha parecido un vino suave y elegante, quizá los taninos estén algo por pulir, pero el resultado en conjunto es bastante equilibrado y sedoso. Activa la lengua bastante homogéneamente, con una longitud y permanencia más que aceptables. La fruta roja se hace notar más en retronasal, igualando la predominancia de la fruta negra en olfato, mientras que el toque floral se disipa.

Lo combinamos con una parrillada variada de carne y salchichas alemanas, y se comportó adecuadamente. Se me ocurre que en combinación con carnes de caza en salsa podría dar buen resultado.

Su precio de alrededor de 7 Eur no está mal para lo que nos aporta este caldo.

Una buena primera aproximación a los vinos argentinos, nos anima a seguir probándolos en un futuro cercano.


Le doy una valoración de 7/10.