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domingo, 15 de noviembre de 2015

Barón de Ley - Varietal Maturana 2009

Hoy tenemos un vino de Rioja, de una variedad tinta que no habíamos probado anteriormente: la Maturana.

El vino es producido por bodegas Barón de Ley, que se fundó en los primeros años '80 del Siglo pasado en el castillo-fortaleza de Imas, ubicado entre las localidades Mendavia y Lodosa, en la ribera del Ebro, a unos 30 km de la capital de la Comunidad de la Rioja, Logroño. El castillo fue contruido en 1.648 por el Conde de Eguía, y en virtud de una permuta se convirtió en Monasterio Benedictino hasta la Desamortización de Mendizábal, en 1.836, cuando gran parte de los bienes de la Iglesia en España son expropiados por el Gobierno de la época. El castillo y la gran finca de 1.000 ha pasan en 1.839 a manos del General Martín Zurbano, que la perdió en una partida de cartas con un Conde francés en 1.844. El administrador de Zurbano, Don Cayo Muro, adquirió la finca del noble francés y después pasó por varias manos hasta su adquisión por parte del Grupo Barón de Ley.

La bodega se ubica en la denominada Rioja Baja, D.O. sobre la cual ya hablamos en la entrada correspondiente al conocido vino Marqués de Riscal.

La bodega posee 4 fincas de viñedos en Cenicero (49 ha de Tempranillo y Graciano), Mendavia (viñedo original de la bodega que hoy alcanza las 219 ha de Tempranillo, Graciano y, más recientemente, Maturana), Ausejo (mayor viñedo de la Rioja, con 450 ha de Tempranillo y Garnacha, con 100 ha cada una, así como Graciano y Maturana), Carboneras (50 ha a una altitud de 840 m donde se cultivan principalmente las variedades blancas de la bodega - Verdejo, Sauvignon Blanc y Chardonnay - además de las 6 ha de Tempranillo originales) y Los Almendros (que no se menciona en primera instancia en la web sino en la descripción de este vino).

Fuente: www.barondeley.com

La bodega elabora y comercializa 3 gamas de vinos:

- Gama clásica: Blanco (Viura y Malvasía), Rosado (Tempranillo y Garnacha), Rosado Lágrima (Garnacha), Reserva (Tempranillo de la Finca Mendavia), Gran Reserva (tempranillo de la Finca Cenicero) y Finca Monasterio Tempranillo y "otras variedades" procedentes de la finca del Monasterio de Imas.

- Gama Varietales: Tempranillo (de la Finca Carboneras a 840 m de altitud), Garnacha (de la Finca Los Almendros) , Graciano (de la Finca Los Almendros, a 450 m de altitud) y Maturana (del viñedo Finca La Alegría, primera planatación de esta variedad en la D.O.Ca. Rioja).

- Gama Viñas: 3 Viñas Blanco Reserva (Viura, Malvasía y garnacha Blanca con crianza de 12 meses en roble americano y 1 año en botella) y 7 Viñas Tinto (las siete variedades de un viñedo de 70 años de Tempranillo, Graciano, Mazuelo, Garnacha Tinta, Viura, Malvasía y Garnacha Blanca, con cuatro vinificaciones distintas durante 36 meses más 12 meses más del coupage definitivo).

El Grupo Barón de Ley, aparte de la bodega, también posee las bodegas El Coto de Rioja (donde produce el conocido vino Coto de Imaz), bodegas Museum en la D.O. Cigales, y bodegas Máximo (Vinos de la Tierra de Castilla), y además elabora y comercializa embutidos ibéricos en Cáceres a través de la empresa Dehesa Barón de Ley.

En general, los vinos de la bodega del Monasterio de Imas, incluyendo nuestro vino de hoy se elaboran con uvas vendimiadas manualmente y transportadas en cajones de 300 kg a la bodega, donde se realiza una exhaustiva selección manual (más de 850.000 kg anuales) que descarta entre el 10 y el 20% de los racimos. Una vez en los tanques de fermentación, los enólogos de la bodega catan diariamente el contenido de cada tanque para determinar las condiciones (temperaturas, maceraciones y tipos de remontado) de fermentación, hasta completar unos 20 tipos diferentes de elaboraciones durante una vendimia. Para la crianza, la bodega posee 12.000 barricas de roble americano y 3.000 de roble francés, que se completa con la crianza en cada una de los 4,5 millones de botellas del botellero climatizado de la bodega.

En el caso de este varietal, con uvas procedentes de 31 ha plantadas en la Finca Ausejo, la fermentación alcohólica se llevó a cabo en depósitos de acero inoxidable durante 7 días a temperatura controlada de 27 ºC, continuando con una maceración durante 3 días, y la maloláctica  durante 15 días a 20 ºC. La crianza en barrica de roble se llevó a cabo durante 12 meses en las barricas francesas.

Como es costumbre, presentemos en sociedad esta variedad de uva inédita en el blog hasta el momento. La Maturana Tinta trae consigo cierta polémica ya que existen dos cepas distintas con el mismo nombre, una emparentada con el Merenzao leonés y gallego o el Bastardo portugués, y otra, de la cual se descubrieron unas pocas cepas en la localidad de Navarrete, más emparentada con la familia de los Cabernets. No he podido encontrar a cuál de las dos cepas pertenece este vino, pero de lo que recuerdo del Merenzao, diría que el vino de hoy no lo encuentro cercano a los caldos de esta variedad.

El producto se nos presenta en una botella bordelesa tradicional de color caramelo muy oscuro, y viene etiquetado con una amplia etiqueta frontal de color blanco, que ocupa casi todo el cuerpo de la botella. en ella se puede observar, en la parte superior, la variedad y añada del vino, con un símbolo a la izquierda de color azul con el logo de la bodega y la variedad del vino, del cual salen los caracteres de la palabra Maturana repetidos varias veces en forma de línea transversal. Más abajo, en caracteres dorados, podemos observar la Marca y familia del vino, con una pequeña referencia en elegantes caracteres al origen de la variedad. A la derecha se puede observar una pequeña nota y la firma del enólogo Gonzalo Rodríguez. Finalmente, en la parte baja, se hace referencia a la D.O. Ca. Rioja a la cual pertenece el vino.

En la etiqueta trasera, también blanca y amplia, se repite la parte alta de la etiqueta frontal, y le sigue una pequeña nota de cata en español y en inglés, para finalizar de nuevo con la mención a su D.O. y los datos de la bodega en la parte de abajo., flanqueados por los contenidos en alcohol del 14,5% y de la botella de 75 cl.

Me parece una presentación muy elegante, que nos propone un producto de calidad, como pudimos comprobar.

A nivel visual, el Barón de Ley varietal de Maturana nos presenta un aspecto límpido y brillante, sin defectos, con un profundo color granate o picota muy oscuro, de capa muy alta, que degrada muy cerca del ribete en la misma tonalidad más suavizada. El vino mancha bastante la pared de la copa con una gran profusión de lágrimas de caída más bien lenta.

De intensidad aromática media a copa parada, se abre al agitar la copa en una primera componente de frutos negros, como arándanos e higos muy maduros, casi compotados, seguido de un elegante aroma de maderas nobles y antiguas, con una continuación muy notable de tabaco de pipa y chocolate negro con gran porcentaje de cacao. En cierta medida, me transportó a uno de esos salones de fumadores en los clubes de la alta sociedad inglesa del S. XIX, como el del Reform Club, donde según Julio Verne Phileas Fogg apostó con sus amigos que sería capaz de dar la vuelta al mundo en 80 días...

En retrogusto el chocolate y los frutos negros vuelven a ser los protagonistas principales. Me gustaría señalar que no encontré componentes vegetales marcadas como he leído en ciertos comentarios y notas de cata. Puede ser que la asociación de su variedad de uva a las Cabernets influyan en la captación de sus características aromáticas.

El vino tiene una entrada muy regular en la boca, con bastante homogeneidad en las diferentes zonas del gusto, y posee un cuerpo medio y taninos muy golosos y agradables, con cierta robustez pero sin agresividad. Creo que tienen todavía cierto recorrido en mi opinión. Tiene una acidez muy bien integrada y dota al vino de un agradable frescor dentro de la calidez de su olfato. La longitud es media, y tiene una permanencia bastante aceptable.

En resumen, me parece un buen vino, que a un precio de 8,5 € al que lo compré muy cerca de la localidad en que se encuentra la bodega presenta realmente muy buena relación calidad/precio. Muy recomendable como ejemplar distinto a lo que normalmente nos ofrece La Rioja.

Las carnes en salsa y los buenos cortes con poca elaboración creo que pueden ser sus mejores compañeros de mesa. A destacar su buen resultado en la sobremesa acompañado de un buen bombón de chocolate negro.

Le doy una buena nota de 7,5/10, y lo encuentro francamente recomendable.

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