Translate

domingo, 27 de marzo de 2016

El Caire - 2011

Hoy presentamos un vino tinto de la D.O.P. Alicante: El Caire, de la añada de 2.011, elaborado por Bodegas Sierra Salinas, S.L. en la localidad de Villena, a unos 60 km al noroeste de la capital de la Provincia de Alicante y sede del Consejo Regulador de la D.O.P.

Como es el primer vino acogido a esta zona que presentamos en el blog, como es tradicional hablaremos un poco sobre ella.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Alicante se creó en 1.957 para gestionar la D.O. que había sido reconocida en 1.932.



Fuente: www.catadelvino.com

Se cree que la introducción de la vid en esta zona fue llevada a cabo por parte de los fenicios en la primera mitad del primer milenio antes de Jesucristo, y como en otras zonas los romanos se encargaron de extender y popularizar la vitivinicultura. En el yacimiento arqueológico de Benimaquia, en Denia, se encuentra uno de los lagares más antiguos de Europa. La Edad Media, sin embargo, representa una época oscura en esta zona, sin información destacable, salvo algunas loas de poetas árabes. Es a partir del S.XV cuando comienza su historia documentada. Fernando el Católico da un espaldarazo a la producción local prohibiendo en 1.510 la comercialización en Alicante de vinos de otras tierras. El tinto de Alicante, por su parte, se exporta a Escocia, Inglaterra, Flandes y otras zonas de Europa. En 1.756 acaba el monopolio decretado por el Rey permitiéndose el paso de vinos de la parte interior de la provincia con limitaciones, y en 1.834 se libera el comercio del vino de forma total.

El S.XIX representa la edad de oro del vino de la zona, al arrasar el oidio y la filoxera los viñedos franceses, ya que se firma un tratado comercial preferente con el país vecino. A finales de siglo la producción llega al millón doscientos mil hectolitros con un área de viñedos de 93.000 ha, de las cuales hoy en día quedan 10.000 ha con una producción de 300.000 hl y casi 40 bodegas adscritas a la D.O.

En el S.XX en la provincia de Alicante cambia el modelo productivo hacia el turismo y cultivos más rentables, el sector del vino de la provincia, a través de la D.O.P. se reorganiza para buscar mejoras en la tecnología y la calidad para acercarse al consumidor moderno.

Las variedades que actualmente ampara la D.O.P. son:

Blancas: Moscatel de Alejandría, Airén, Subirat Partent (Malvasía), Chardonnay, Macabeo, Merseguera, Planta Fina de Pedralba, Sauvignon Blanc y Verdil.

Tintas: Monastrell, Garnacha Tintorera o Alicante Bouschet, Garnacha Tinta (o Gironet), Bobal, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Petit Verdot, Syrah y Tempranillo.

Con ellas se elaboran los diferentes tipos de vinos permitidos: Blanco, Tinto, Rosado, de Licor, Noble de Alicante, Añejo (Blanco, Rosado o Tinto), Fondillón, Espumosos (Blancos o Rosados) y Espumosos Aromáticos Blancos de Calidad. La Reglamentación del Consejo contiene una tabla de características analíticas que debe cumplir cada uno de los tipos mencionados, tales como grado alcohólico (total y adquirido), azúcares, acidez (total y volátil), Dióxido de Azufre y Dióxido de Carbono.

Como curiosidad, decir que el denominado vino Fondillón es un vino de Alicante único en el mundo, que proviene de uvas sobremaduradas de la variedad Monastrell, con un mínimo de alcohol permitido de 16º, sin adición de alcohol vínico. Todo su alcohol procede de las uvas con las que se elabora. Su tiempo mínimo de crianza, en barricas de hasta 1.200 l, es de 10 años, y se utiliza, como en Jerez, el método de soleras y criaderas.

También, como en otras D.O. se establecen las principales características organolépticas para cada tipo de vino.

En lo referente a las prácticas enológicas, se establece una densidad de plantación máxima de 2.500 cepas/ha en secano y de 3.500 cepas/ha en regadío. La densidad de producción se limita a 9.000 kg/ha en las variedades blancas y 7.500 kg/ha en las tintas. La consideración de vino titno alicante se refiere solo a aquellos vinos con un mínimo del 80% de la variedad Monastrell en su composición. El Reglamento también establece los tiempos mínimos de guarda para los diferentes tipos de vino y su consideración como "crianzas", "reservas", "gran reserva", "añejo", etc.

Por su parte, la bodega que elabora y comercializa nuestro vino de hoy, como decíamos al principio, es Bodegas Sierra Salinas, S.L., fue creada por la familia Castaño en la Sierra de Salinas, cerca de Villena, y cuenta con una finca de 92 ha donde conviven almendros, olivas y viñedos, los cuales ocupan 42 ha en su variedad Monastrell en vaso y 10 ha en espaldera de Cabernet Sauvignon, Alicante Bouschet y Petit Verdot. La bodega compra también a viticultores cercanos uvas de las variedades Chardonnay y Moscatel para la elaboración de algunos de sus vinos. Desde 2.013 la bodega pertenece al Grupo MG Wines, una unión de bodegas promovida por el empresario alicantino Luis Miñano, presente en varias D.O.: Casa Corredor y nuestra bodega de hoy en la D.O. Alicante, Bodegas Lavia en la D.O. Bullas, Bodegas Estefanía en el Bierzo y Vinos de la Tierra de Castilla) con un total de 180 ha de viñedo.

Fuentes: upcreative.blogspot.com y www.melgavinos.com
Sierra Salinas produce y comercializa, además del de hoy, los tintos Mira Salinas y Puerto Salinas (Monastrell, Cabernet Sauvignon, Garnacha tintorera y Petit Verdot), Mo Salinas (Monastrell, Cabernet Sauvignon y Garnacha tintorera), 1237 (Garnacha Tintorera, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Monastrell) y el blanco Puerto Salinas (Chardonnay y Moscatel).

Algunos de estos vinos se encuentran habitualmente por encima de los 90 puntos en las publicacones de Robert Parker y José Peñín.

El Caire, cuyo nombre procede de una de las montañas de la Sierra de Salinas, es producido con las variedades Monastrell, Garnacha y Cabernet Sauvignon. En principio, parece elaborado en exclusiva para Lavinia, ya que no aparece su ficha técnica en los archivos de la web del Grupo MG Wines ni en la Bodega. Según la página de esta comercializadora, el proceso de elaboración parte de la vendimia manual, maceración pre-fermentativa en frío a 7º C durante 3 días y post-fermentativa con hollejos durante 20 días a 26-28º C, seguida de fermentación maloláctica y crianza en barricas nuevas de roble francés durante 12 meses. No se espcifica el tiempo en botella previo a su puesta a la venta al público.

El vino se presenta en una botella bordelesa con un cuello estrecho y alargado, de color verde oscuro, con una llamativa etiqueta con un rectángulo superior de color naranja intenso, sin ningún tipo de caracter, seguida de un rectángulo negro con el nombre del vino en modernos caracteres de color blanco, excepto la letra "A" que es anaranjada y en forma de montaña nevada. Dentro del rectángulo negro hay uno más pequeño de color naranja que contiene la referencia a la D.O. en la parte baja de la etiqueta.

La etiqueta trasera es de color naranja, y contiene en la parte superior el nombre del vino, seguido de un pequeño párrafo explicativo sobre su origen, las variedades que lo componen, la añada y su maridaje recomendado. A continuación los daos de la bodega y por último el contenido de la botella de 750 ml y en alcohol del 15%.

Es, desde luego, un etiquetado llamativo, hecho para llamar la atención en el lineal de un supermercado o tienda especializada. En mi opinión, sin embargo, queda un poco por debajo de la calidad y el precio del vino.

Visualmente, El Caire presenta un color picota profundo, de capa alta con una degradación larga en su ribete hacia color granate. Su superficie es brillante y no presenta defectos visuales. La agitación de la copa produce multitud de lágrimas de caída más bien lenta.

De intensidad media a copa parada, destaca al agitarla una exhuberante frutosidad, destacando frutos rojos como la frambuesa y negros como arándanos y ciruelas, todos muy maduros o incluso levemente pasificados, seguido de notas especiadas dulces y balsámicas, como el regaliz, todo ello con una madera agradable, fina y bien integrada, finalizando en un leve toque vegetal procedente con seguridad del contenido en Cabernet Sauvignon y un fondo ligeramente mineral que le aportan buena complejidad al conjunto.

En retrogusto deja un buen regusto licorizado del tipo que a mi me gusta en los vinos.

En boca deja tambén sensaciones agradables: buena homogeneidad en el tacto, con calidez inicial pero frescor final dada su componente balsámica, taninos sedosos, dulces, amables y circulares. El vino posee un buen cuerpo, untuoso, con una longitud y permanencia más que suficientes.

El precio de 13,40 € en mi opinión se ajusta perfectamente a la calidad del producto. Muy buena combinación con estofado de carne y legumbres, e imagino que debe quedar espectacular con esos deliciosos arroces con vegetales de la huerta levantina.

Le doy un muy buen 7,5/10, que habría extendido un poquito más en caso de que el etiquetado me hubiera gustado más. Muy recomendable. Me lo apunto para repetir cuando tenga la ocasión.

lunes, 21 de marzo de 2016

Visita al Museo de la Cultura del Vino Vivanco

En nuestro reciente viaje a La Rioja Alta, tuvimos mi mujer y yo la oportunidad de visitar el Museo de la Cultura del Vino de la Fundación Vivanco, gracias a la sugerencia de una amiga suya, ya que ninguno de los dos conocíamos la empresa ni sus vinos.

La Bodega y Fundación Vivanco está ubicada en Briones, a unos 35 km al oeste de Logroño, capital de la Comunidad Autónoma. Fue fundada por Don Pedro Vivanco en 2.004, una fecha muy reciente si la comparamos con el inicio de la relación de la familia con el mundo del vino, que comenzó hace 100 años y cuatro generaciones cuando Pedro Vivanco González, bisabuelo de la generación actual comenzó a elaborar en Alberite, a unos 10 km al sur de Logroño, vinos con las uvas del viñedo familiar. Su hijo Santiago continuó con la tradición, animado por su esposa Felisa Paracuellos, quien a su vez resultó clave para que su hijo Pedro estudiase enología y se enamorase de la cultra del vino, al punto de comenzar a coleccionar artículos y obras relacionados con su actividad, que en primera instancia consistía en la comercialización del vino. A la par, empezó a comprar viñedos y a elaborar vino de una forma más profesional hasta desembocar en el proyecto actual, que dirigen sus hijos Santiago y Rafael.







Hoy en día, la Finca El Cantillo y la Bodega subterránea con una superficie de 9.000 m2 conforman el núcleo de la empresa, que posee un total de superficie de viñedo propio cercano a las 400 ha entre los municipios de Briones y Haro, en las zonas circundantes, y en Tudelilla, en la Rioja Baja.

Santiago Vivanco ha sido el alma de la Fundación Vivanco, que consta del Museo de la Cultura del Vino, el Centro de Documentación y la Editorial. Su intención es devolver al vino lo que este le ha dado a su familia. El Centro de Documentación se encarga de coleccionar y catalogar películas, fotografías, postales, tebeos, libros, recetas, artículos, etc. relacionados con el mundo del vino. La Editorial, por su parte, se encarga de recopilar y presentar en forma impresa las historias relacionadas con los 8.000 años de historia de la elaboración del vino.

Por su parte, el Museo de la Cultura del Vino, 4.000 m2 en seis salas dedicadas a "poner en valor la relación que han tenido el hombre y el vino a lo largo de estos 8.000 años de historia", con miles de piezas coleccionadas por la familia durante más de 40 años.



El Museo está considerado entre los mejores del mundo en su clase, y efectivamente puedo dar fe de ello, ya que quedé casi conmocionado por la profundidad de sus detalles y las piezas que en él se conservan. Supongo que habrá otros museos similares e igual de completos, pero dudo que lo sean más que esta pequeña maravilla en profusión de detalles y profundidad de los conocimientos que se muestran entre sus paredes.

Las seis salas del museo se dedican a temáticas diferentes:

Sala 1: Nacer, crecer, madurar

Está dedicada al estudio del origen del vino y su desarrollo a través de la historia, los diferentes tipos de suelos donde crece la vid; las diferentes variedades; los temas relacionados con su cultivo y las amenazas para su desarrollo, en forma de enfermedades y parásitos (con la filoxera de forma destacada); la vendimia y el proceso de elaboración del vino, con un espacio dedicado al nacimiento, desarrollo y funciones del laboratorio enológico.

Como en todo el museo, se presentan utensilios reales, fotografías, carteles descriptivos y vídeos de apoyo.




































Sala 2: Guardar las esencias

A través de una rampa muy cómoda y especialmente habilitada para personas con movilidad reducida, se accede  a un espacio donde se explica minuciosamente todo lo relacionado con la conservación y el transporte del vino. Cuenta con una estupenda exposición sobre la elaboración de las barricas, con detalles en las diferentes etapas del proceso y un vídeo explicativo desde su origen en el roble hasta el resultado final.



Hay un espacio dedicado a la elaboración de los corchos, con una descriptiva y bien desarrollada película que hace referencia a los métodos tradicionales y, por supuesto, a los modernos.


 Y, por supuesto, un espacio para las botellas, con una amplia colección de las utilizadas a lo largo de la historia, así como la explicación, nuevamente con un magnífico vídeo, sobre su proceso de fabricación.



Sala 3: La Bodega: El Sueño

Aquí se expone y explica todo lo necesario para elaborar un buen vino: prensado, trasiegos, clarificados, prensados y los elementos que sirven para realizar estas labores como filtros, bombas, etc.

Aquí destaca la colección de miniaturas de prensas de vino a lo largo de la historia de Víctor Uzqueda Mateo.


En esta sala también se encuentra un espacio de experimentación de sensaciones de la cata del vino: colores por medio de un panel retroiluminado y multitud de muestras de aromas presentes en los vinos, bastante fieles a los reales, he de añadir).


Finaliza esta sala con muestras de los diferentes tipos de elementos utilizados en la comercialización y transporte del vino: ánforas, pipas, fudres, botas, botellas, etc.

Sala 4: El vino: arte y símbolo



 Este es en realidad un grupo de salas con diferentes ambientes, donde se exponen restos arqueológicos y arte relacionados con el vino a lo largo de los tiempos. Incluye una magnífica colección de obras de artistas de la talla de Picasso, Miró, Sorolla, Juan Gris e incluso láminas originales de Walt Disney.

Mosaicos romanos, bustos, cálices y cuadros componen una magnífica colección, con una presentación magnífica a nivel de iluminación y decorado.






Sala 5: Abrir, servir y beber

Esta sala cuenta con una impresionante colección de sacacorchos (alrededor de 3.500) en un pasillo circular de vitrinas, con su evolución desde sus comienzos en el S. XVIII y diferentes motivos. Algunos verdaderas obras de arte.


En la parte central de esta sala se pede observar una colección de elementos y utensilios de servicio del vino (copas, vasos, decantadores, etc.), algunos de los cuales pueden ser considerados verdaderas obras de arte.



Sala 6: El Jardín de Baco

Finalmente, el museo cuenta con una "sala" exterior, donde se pueden observar hasta 220 variedades de uva vitis, de mesa y viníferas antiguas y actuales, una verdadera reserva genética de esta hermosa planta.


Fuente: www.chil.org

La visita termina con un paseo por la tienda, decorada e iluminada con el mismo gusto que el resto de las instalaciones. Allí tienen su espacio los diferentes vinos de la bodega, así como postales, souvenirs y publicaciones relacionadas con el mundo del vino.


Las instalaciones de esta bodega son el sueño de cualquier buen aficionado al vino. No se puede pedir más compromiso con la vitivinicultura y un gusto por las cosas bien hechas que el que esta familia demuestra con sus instalaciones y los magníficos productos que elaboran.

¡Mi más sincera enhorabuena! Volveremos...

domingo, 13 de marzo de 2016

Montnegre Suñer-Bibiloni - 2014

Hoy hablaremos sobre el tinto Montnegre Suñer-Bibiloni, de la añada de 2.014, elaborado por Vinyes i Vins Ca Sa Padrina en la localidad de Sencelles, dentro de la Denominación D'Origen Binissalem Mallorca.

Sobre la historia de la vitivinicultura en la Isla de Mallorca y la I.G.P. Vis de Mallorca ya hablamos en la entrada del ÀN/2, pero hablaremos la D.O. Binissalem Mallorca, por ser el primer vino de esta D.O. que comentamos en el blog.

La llegada tardía de la filoxera a la isla, en 1.981, arrasó casi completamente los viñedos que se habían multiplicado en los años anteriores hasta alcanzar una producción de casi 50 millones de litros de vino, con Francia como destino principal. Durante la primera mitad del S.XX, la extensión de viñedo se limita a una superficie de entre 5.000 y 8.500 ha, con un lento retroceso posterior a la Guerra Civil. Pese a ello, la segunda mitad del S.XX representa una de las mejores época de la vinicultura mallorquina en términos de calidad.

La D.O. está centrada en la localidad de Binissalem, en el interior de la Isla de Mallorca, a unos 30 km al noreste de la capital, Palma, en el interior de la isla. La D.O. incluye cinco municipios colindates, con una superficie de viñedo aproximada de alrededor de 615 ha, que producen alrededor de 15.000 hl de vinos blancos, rosados y tintos al año, siendo el tinto alrededor del 60% del total. Hoy endía la D.O. cuenta con 13 bodegas inscritas y 120 viticultores producen las uvas para la elaboración de sus vinos. Hoy en día el consumo del vino producido en esta D.O. se realiza en un 85% en el mercado local de la isla, y el 14% se exporta a países, la mayoría de la UE. El consumo en la península representa solo el 1% del total.


Fuente: www.mundovinos.com

Las uvas autorizadas por el Consejo Regulador son:

- Blancas: Moll o Prensal Blanc (principal), Giró Ros, Macabeo, Parellada, Chardonnay y Moscatel. La variedad Gorgollasa puede estar presente como máximo en un 30% del volumen en vinos tintos y rosados. La variedad principal debe estar presente en una proporción mínima del 50% en los vinos blancos y espumosos.

- Tintas: Manto Negro (principal), Callet, Tempranillo, Monastrell, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot. La varidad autóctona principal debe estar presente en los vinos de la comarca en al menos el 30% del contenido.

Los vinos blancos pueden ser secos o dulces, bien de corta estancia o fermentación en barrica de roble. Los vinos tintos pueden ser jóvenes, crianza (24 meses - 6 en barrica), reserva (48 meses - 12 en barrica) o gran reserva (60 meses - 18 en barrica).

Como es habitual, el Reglamento del Consejo Regulador de la D.O. establece las características analíticas (azúcar residual, grado alcohólico, acidez total y volátil, dióxido de Azufre y Dióxido de Carbono), así como las organolépticas (bastante generales), para los diferentes tipos de vino. Las prácticas enológicas y de viticultura autorizadas incluyen un rendimiento de 0,72 hl por cada 100 kg de vendimia, y una densidad de plantación máxima de 2.250 vides por ha, en vaso o espaldera, con una producción máxima de 9.000 kg/ha de variedades blancas o tintas, y de 10.000 kg/ha en el caso de la variedad Parellada.

La Bodega Vinyes i Vins Ca Sa Padrina (Casa de la Abuela en Mallorquín) se encuentra en Sencelles (centro geográfico de la isla de Mallorca), a unos 10 km al suroeste de Binissalem. Fue fundada en 1.999 por los enólogos Andreu Suñer y Jesús González con el objetivo de elaborar y mejorar los vinos tradicionales de la isla. en las 12 ha de viñedo que posee se cultivan las variedades autóctonas Mantonegro y Callet, así como la Merlot, Shyraz y Cabernet Sauvignon, en tintas, así como la Prensal y la Chardonnay en blancas.

Fuente: www.wineissocial.com

Con ellas se elaboran tres vinos:

- Montnegre (tinto de Mantonegro, Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot)

- Rosat Ca Sa Padrina (rosado de Manto Negro y Merlot)

- Mollet (blanco de Prensal y Chardonnay)

Nuestro vino de hoy, el Montnegre se elabora a partir de uvas recogidas de forma manual y transportada en cajas de 8 kg máximo, con una fermentación alcohólica de 27-28ºC y posterior fermentación maloláctica en depósitos de acero inoxidable en ambos casos, con un reposo en barrica de entre 3 y 4 meses en barricas de roble americano.

Sobre la variedad Manto Negro (Montnegre en Mallorquín), ya hablamos también en la entrada del ÀN/2. Aunque no están especificadas las proporciones de su coupage, como vimos debe ser mínimo del 30% en nuestro vino de hoy. La mezcla se realizó antes de su crianza en barrica.

El vino viene en una botella borgoñesa de color caramelo, con una etiqueta principal ancha y ocupando casi todo el cuerpo de la botella. En la parte alta se observa el dibujo de un cesto de vendimia, con hojas de vid en su parte de arriba, seguida por el nombre del vino en modernas letras manuscritas modernas, en caracteres negros sobre el fondo blanco. A ello le sigue la añada de 2.014 y por último abajo la mención a la D.O. y los datos de contacto de la bodega.

La etiqueta trasera es también blanca, rectangular y grande, y contiene una pequeña nota técnica sobre la elaboración del vino, en lengua mallorquina, y en la parte inferior izquierda los datos de contenido alcohólico del 13,5% y de la botella de 75 cl. Me parece una presentación sencilla y atractiva.


Al escanciar el vino en la copa, podemos observar un vino color rubí profundo, brillante y sin defectos, con reflejos violáceos que nos da idea de su juventud, con capa más bien alta que degrada en granate manteniendo esos tonos violeta cerca de la zona de contacto con el cristal. Parece ser, por lo que leo, que en añadas anteriores la capa era más baja que en esta ocasión. Las múltiples lágrimas que se observan después de  agitar la copa caen de forma más bien rápida, lo que nos hace pensar en un vino más bien ligero, como luego podremos comprobar.

El aroma del vino es algo cerrado al principio, y pude apreciar un ligero pero notorio olor a cuero y hierbas, a una temperatura de servicio quizá un poco por debajo de los 18ºC recomendados. Según sube un poco la temperatura aparecen frutos rojos maduros como fresa y algo de cereza. Por debajo se aprecian claramente notas de cacao y especias dulces como el regaliz. En retronasal las notas vegetales vuelven a aparecer en combinación con las especias dulces.

En boca, calificaría su cuerpo como medio, con un tacto más notable en la zona central de la lengua. Los taninos me parecieron todavía algo rugosos, que seguramente madurarán en la botella dentro de unos pocos meses en condiciones adecuadas de guarda. Longitud suficiente y una permanencia media completan las características de este agradable vino.

Su precio de alrededor de 9 € está, en mi opinión, bien asignado al producto, que  me imagino muy agradecido con un poco de sobrasada sobre galletitas de pan duro.

Le doy una calificación de 7/10. Por su precio relativamente asequible, es recomendable si queremos probar algún vino de la hermosa isla del levante español.

sábado, 5 de marzo de 2016

Cata de Vino y Chocolate y Visita a Bodega CVNE

Hoy os relato una interesante actividad que realicé con mi mujer en nuestra visita a localidad de Haro, en La Rioja Alta: una cata de vinos de la bodega CVNE (Compañía Vinícola del Norte de España) con chocolates de Sampaka, seguida de la visita a las instalaciones de la bodega.

Esta cata es bastante especial, ya que no se suele realizar, y en esta ocasión la realizaron como evento especial en el Día de los Enamorados.



En la entrada del Cune Crianza hicimos una pequeña reseña histórica sobre la bodega y enumeramos sus vinos, y en esta actividad tuvimos la oportunidad de probar 4 de ellos:

- Monopole (Blanco 100% Viura)

- Viña Real Rosado (Viura 85% y Tempranillo 15%)

- Cune Tinto Reserva (Tempranillo 85%, Mazuelo, Graciano y Garnacha)

- Imperial Reserva (Tempranillo 85%, Graciano 10%, Mazuelo 5%)

Los chocolates seleccionados fueron un blanco con aroma de rosas y crujiente de fresas; con leche y esencia de flor de azahar; negro con flor de sal de Ibiza (contraste de salado y dulce) y negro 100% cacao de Ecuador (extremadamente amargo).


La anfitriona por parte de CVNE fue su enóloga Ana San Juan, que de una forma muy amena nos hizo una pequeña introducción con la historia de la bodega y los diferentes vinos que elabora, siguiendo con una explicación sobre los procesos de elaboración que ella controla con el equipo, completamente femenino, de enólogas de la bodega.

La cata fue realizada en una agradable, amplia y luminosa sala en las instalaciones exteriores de la bodega.


Fuente: Facebook CVNE


Allí pudimos comprobar las diferentes interacciones entre los chocolates y el vino, la potenciación de ciertos sabores y matices en los casos en que se produce el maridaje por contraste y la agradable sensación de plenitud del maridaje por combinación.

Aprendimos que, igual que el vino, el chocolate también tiene un proceso de cata visual, táctil, gustativa, y hasta auditiva. Este tipo de catas tiene ciertos pasos recomendados para obtener las mejores sensaciones:

1. Características del chocolate: cortar la tableta y escuchar su crujido, observar su color y brillo, su superficie, sentir su textura, percibir su aroma.

2. Realizar la observación del vino: visual, olfativa y gustativa. Una vez degustado el vino, es el momento de colocar el chocolate en la lengua, dejando que se funda, sin masticarlo. Después de la fusión, el siguiente sorbo de vino producirá las sensaciones del maridaje entre los dos elementos.

De esta forma, y haciendo varias combinaciones entre los diferentes vinos y chocolates. Para mi las mejores combinaciones fueron las del chocolate blanco con el Monopole, y la del Cune Reserva con los chocolates blanco y con leche, que se comportaron sorprendentemente bien, ya que normalmente el vino tinto lo asociaba a chocolates negros. La ligera salazón del chocolate negro con sal de flor de Ibiza me resultó también muy agradable con el Imperial, complementando las notas de frutos negros, pimienta, clavo, sotobosque mediterráneo y finas maderas de este vino. El vino rosado funcionó bastante bien con el chocolate con leche.















Una vez terminado el maridaje, Ana nos llevó a las instalaciones de la Bodega. Allí pudimos observar la disposición de los diferentes edificios de la bodega (la mayoría construidos en el S.XIX)  alrededor de un gran patio central.



Posteriormente nos adentramos en los diferentes "órganos" de la bodega, donde se transforman las bayas de vitis vinífera en el maravilloso caldo que tan buenos momentos nos ofrecerá en unos meses o años.


Vimos la hermosa sala de fermentación, con las tinas troncocónicas de roble, con una cálida y acogedora iluminación, una magnífica limpieza y perfecto estado de los contenedores, que sugieren un proceso bien controlado.


A continuación pudimos observar la sala de barricas, en una nave diseñada por el famoso ingeniero francés Gustave Eiffel. La enóloga nos explicó allí como se realiza la limpieza de las barricas, utilizando pastillas de sulfito quemadas como desinfectante último.

Después de allí pasamos a los botelleros, una sala larga y abovedada en la que se encuentra una innumerable cantidad de botellas en grandes jaulas de metal, con temperatura y humedad controladas, y sobre todo la quietud y control de la iluminación necesarias para que el vino termine de afinar sus características y alcanzar la madurez que disfrutamos.

Por último, Ana nos condujo a una especie de "pasadizo" donde se encuentran reposando las botellas más antiguas de la bodega. En una especia de "nichos" que recuerdan las catacumbas romanas y los osarios de los primeros cristianos. Una gruesa capa de moho en las paredes y sobre las propias botellas nos habla de muchos años de quietud. Incalculable el valor de los tesoros de esta cueva.





¡Quién pudiera comprobar los efectos de decenas y decenas de años sobre ese ser vivo en fase líquida!


La visita terminó en la pequeña tienda de la Bodega, donde nos hicimos con un Imperial Reserva de 2.010, un vino con excelente pedigree procedente de una cosecha calificada como Excelente por el Consejo Regulaor de la D.O. Ca. Rioja y refrendada por la calificación paralela que establece CVNE para sus cosechas. Hablaremos de él en los próximos meses cuando le toque su turno en nuestra mesa...

La actividad, con un precio de 25 € por persona, pude parecer a priori un poco cara, pero como contrapartida garantiza la asistencia de un público realmente aficionado al vino y el mundo que lo rodea. Una visita ampliamente recomendable.